Es una ley de la compensación justa, equitativa y saludable, que así como hay contagio en la enfermedad y las penas, nada en el mundo resulta más contagioso que la risa y el buen humor.
Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año.
Nunca es tarde para el arrepentimiento y la reparación.
Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender.
El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta.
Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.
Hay cuerdas en el corazón humano que sería mejor no hacerlas vibrar.
El número de malhechores no autoriza el crimen.
Cuando lo hayas encontrado, anótalo.