Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción.
Lo que tenga que ser, será. Conozco esa filosofía. Suelen llamarle predestinación, fatalismo, hado, pero lo que realmente significa es que harás lo que te dé la real gana, como siempre.
El destino, el azar, los dioses, no suelen mandar grandes emisarios en caballo blanco, ni en el correo del Zar. El destino, en todas sus versiones, utiliza siempre heraldos humildes.