Manténgase alejado de las personas que intentan menospreciar sus ambiciones. Las personas pequeñas siempre hacen eso, pero lo realmente grandioso te hace sentir que tú también puedes ser grandioso.
El destino, el azar, los dioses, no suelen mandar grandes emisarios en caballo blanco, ni en el correo del Zar. El destino, en todas sus versiones, utiliza siempre heraldos humildes.