El testimonio de las mujeres es ver lo de fuera desde dentro. Si hay una característica que pueda diferenciar el discurso de la mujer, es ese encuadre.
Aquel que ama, el mismo se ata y se mata, y se hace de señor siervo, en tanto que todos cuantos ve se piensa que le usurpan su amor, y con muy poca superstición todo en su corazón se perturba y se le revuelve de dentro.