Para rezar a Dios con devoción no hace falta creer en Dios según los dogmas de ninguna religión.
En su lucha contra el individuo, la sociedad tiene tres armas: ley, opinión publica y conciencia.
Sólo una persona mediocre está siempre en su mejor momento.
Un filósofo es un tipo que sube a una cumbre en busca del sol; encuentra niebla, desciende y explica el magnífico espectáculo que ha visto.
La gente te pide críticas, pero en realidad sólo quiere halagos.
La lectura no da al hombre sabiduría; le da conocimientos.
La gente no busca razones para hacer lo que quiere hacer, busca excusas.
Sólo una persona inepta rinde siempre al máximo de sus posibilidades.
La mayoría de las personas abandonan sus vicios sólo cuando les causan molestias.