Dios hizo el campo, y el hombre la ciudad.
Una persona perezosa es un reloj sin agujas, siendo inútil tanto si anda como si está parado.
Evitad las decisiones desesperadas; pasará el día más tenebroso si tenéis valor para vivir hasta el día siguiente.
El dolor es, él mismo, una medicina.
Seguir estúpidos precedentes y parpadear con los dos ojos es más fácil que pensar.
El conocimiento es orgulloso por lo mucho que ha aprendido; la sabiduría es humilde porque no sabe más.
La ciencia y la sabiduría, lejos de ser una misma cosa, no tienen entre sí a menudo conexión alguna.