El hombre cuya opinión nunca varía es semejante al agua estancada, y engendra reptiles en su mente.
El camino del exceso lleva al palacio de la sabiduría.
La verdad mal intencionada es peor que la mentira.
Es más fácil perdonar a un enemigo que a un amigo.
Si el loco persistiera en su locura, se volvería sabio.
El que se encadena a una alegría, destruye una vida libre; pero el que besa la alegría en su vuelo, vive el amanecer de la eternidad.
Aquel que desea pero no obra, engendra la peste.