La peor especie de enemigos es la de los aduladores.
La verdad se robustece con la investigación y la dilación; la falsedad, con el apresuramiento y la incertidumbre.
Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas.
Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio.
Cuando gozamos de salud, fácilmente damos buenos consejos a los enfermos.
Los peores enemigos son los que aprueban siempre todo.
En un espíritu corrompido no cabe el honor.
El poder conseguido por medios culpables nunca se ejercitó en buenos propósitos.
El poder nunca es estable cuando es ilimitado.
Las libertades y los amos no se combinan fácilmente.