Todos somos viajeros en el desierto de este mundo, y lo mejor que podemos encontrar en nuestros viajes es un amigo honesto.
No pido riquezas, ni esperanzas, ni amor, ni un amigo que me comprenda; todo lo que pido es el cielo sobre mí y un camino a mis pies.
Las mentiras más crueles son dichas en silencio.
Yo no viajo para ir a alguna parte, sino por ir. Por el hecho de viajar. La cuestión es moverse.
Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir.
Sexo: lo que sucede en diez minutos es algo que excede a todo el vocabulario de Shakespeare.
El matrimonio es como la vida real; un campo de batalla y no un lecho de rosas.
Mi memoria es magnífica para olvidar.
La política es quizá la única profesión para la que no se considera necesaria ninguna preparación