Rara vez los miembros de una misma familia crecen bajo el mismo techo.
El vínculo que une a tu auténtica familia no es de sangre, sino de respeto y alegría mutua.
Aprender es descubrir lo que ya sabes. Actuar es demostrar que lo sabes. Enseñar es recordarles a los demás que saben tanto como tú. Sois todos aprendices, ejecutores, maestros.
Justifica tus limitaciones y te quedaras con ellas.