La elegancia es cuestión de esqueleto.
Si das con una buena mujer serás feliz; y si no te volverás filósofo, lo que siempre es útil para el hombre.
La ironía no es nunca inmoral.
La estadística es una ciencia según la cual todas las mentiras se tornan cuadros.
Los funcionarios son los empleados que el ciudadano paga para ser la víctima de su insolente vejación.
El hombre no vive, como las bestias salvajes, en un mundo de cosas meramente físicas, sino en un mundo de signos y símbolos.
Ser hombre es ya por sí mismo una circunstancia atenuante
Las cartas de recomendación son las que se entregan a un inoportuno para que vaya a importunar a otro.
Estimo mucho a las personas que conozco. De aquí que no trate de conocer a nadie.
La moda es la pugna entre el instinto natural de vestirse y el instinto natural de desnudarse.