Con las leyes pasa como con las salchichas, es mejor no ver como se hacen.
Amo a los perros porque nunca le hacen sentir a uno que los haya tratado mal.
La libertad es un lujo que no todos pueden permitirse.
Ante cualquier desavenencia no caigamos en el error de dudar o bien de su inteligencia, o de su buena voluntad.
Los grandes políticos deben su reputación, cuando no a la pura casualidad, a circunstancias que ellos mismos no podían prever.
Cuando alguien dice estar de acuerdo, en principio, en hacer algo, quiere decir que no tiene la menor intención de hacerlo.
Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería.
No podemos hacer la historia, sino sólo esperar a que se desarrolle.
Cuídate de los que sólo ven desorden en el ruido y paz en el silencio.
Hay ocasiones en que un gobierno debe ser liberal y otras en que debe ser dictatorial: aquí todo cambia y no hay eternidad.
La política no es una ciencia exacta, sino un arte.