Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo, que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.
La abundancia de las cosas, aunque no sean buenas, hacen que no se estimen, y la carestía, aun de las malas, se estima en algo.
No desees y serás el hombre más rico del mundo.
El retirarse no es huir, ni el esperar es cordura cuando el peligro sobrepuja a la esperanza.
Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas.
La pluma es lengua del alma; cuales fueren los conceptos que en ella se engendraron, tales serán sus escritos.
Más vale el buen nombre que las muchas riquezas.
Mientras se gana algo no se pierde nada.
Al poseedor de las riquezas no le hace dichoso el tenerlas, sino el gastarlas, y no el gastarlas como quiera, sino el saberlas gastar.