La obstinación es quizá la única cualidad humana valiosa no sólo en la profesión policial sino al menos en todas las que tienen que ver con el concepto de verdad.
La individualidad es apenas una ficción breve dentro de una especie social.
Vivir sin leer es peligroso, obliga a conformarse con la vida, y uno puede sentir la tentación de correr riesgos.