Ésta es nuestra obligación hacia el niño: darle un rayo de luz, y seguir nuestro camino.
La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.
Si la ayuda y la salvación han de llegar sólo puede ser a través de los niños. Porque los niños son los creadores de la humanidad.
La mejor enseñanza es la que utiliza la menor cantidad de palabras necesarias para la tarea.