La máxima virtud de un príncipe es conocer a los suyos.
El verdadero dolor es el que se sufre sin testigos.
Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces.
No te hagas demasiado amigo de nadie: tendrás menos alegrías pero también menos penalidades.
Ni temas ni desees la muerte.
La Fortuna da demasiado a muchos, pero a ninguno bastante.
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