Vivir es más cuestión de lo que uno gasta que de lo que uno hace.
Hay millones de artistas que crean; sólo unos cuantos miles son aceptados o, siquiera, discutidos por el espectador; y de ellos, muchos menos todavía llegan a ser consagrados por la posteridad.
Contra toda opinión, no son los pintores sino los espectadores quienes hacen los cuadros.