La clase de felicidad que necesito es menos hacer lo que quiero que no hacer lo que no quiero.
Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho.
Todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan.
La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras.
Una de las ventajas de las buenas acciones es la de elevar el alma y disponerla a hacer otras mejores.
El hombre ha nacido libre y por doquiera se encuentra sujeto con cadenas.
Pueblos libres, recordad esta máxima: Podemos adquirir la libertad, pero nunca se recupera una vez que se pierde.
Un hombre honrado no encontrará jamás una amiga mejor que su esposa.
Si hubiera una nación de dioses, éstos se gobernarían democráticamente; pero un gobierno tan perfecto no es adecuado para los hombres.
Trabajar constituye un deber indispensable para el hombre social. Rico o pobre, poderoso o débil, todo ciudadano ocioso es un ladrón.