Todos los tiranos de Sicilia no han inventado nunca un tormento mayor que la envidia.
Lo que hace falta es someter a las circunstancias, no someterse a ellas.
Ninguno nace libre de vicios; y el hombre más perfecto es aquel que sólo tiene los pequeños.
Una pintura es un poema sin palabras.
Prefiero pasar por necio o estúpido, con tal de que mis faltas me den placeres o ilusiones, que ser sabio a rabiar.
Las muchas promesas disminuyen la confianza.
La palabra una vez hablada, vuela y no torna.
La virtud es el punto medio entre dos vicios opuestos.