Es necesario ser casi un genio para ser un buen marido.
Es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los días.
Puede uno amar sin ser feliz; puede uno ser feliz sin amar; pero amar y ser feliz es algo prodigioso.
La ingratitud proviene, tal vez, de la imposibilidad de pagar.
Ceder a un vicio cuesta más que mantener una familia.
Elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los demás, pareciendo que se hace todo de la misma manera que ellos.
Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir.
El bruto se cubre, el rico se adorna, el fatuo se disfraza, el elegante se viste.
La igualdad tal vez sea un derecho, pero no hay poder humano que alcance jamás a convertirla en hecho.
El amor es la poesía de los sentidos.