Perderlo todo es ganarlo todo, porque no se posee eternamente más que lo que se ha perdido.
Pueden prohibirme seguir mi camino, pueden intentar forzar mi voluntad. Pero no pueden impedirme que, en el fondo de mi alma, elija a una o a otra.
¿Cuál es el primer deber del hombre? La respuesta es muy breve: ser uno mismo.
Nuestra sociedad es masculina, y hasta que no entre en ella la mujer no será humana.
No se graban tanto mil palabras como un solo hecho.
Nunca lleves tus mejores pantalones cuando salgas a luchar por la paz y la libertad.
La mayoría nunca tiene razón.
Las verdaderas columnas de la sociedad son la verdad y la libertad.