No hay rey que no haya tenido un esclavo entre sus antepasados, ni esclavo que no haya tenido un rey entre los suyos.
¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando sentimos el anhelo de volar?
Las cosas más bellas y mejores en el mundo, no pueden verse ni tocarse pero se sienten en el corazón.
El mundo está lleno de sufrimiento pero también de superación del mismo.
Lo mejor y lo más bonito de esta vida no puede verse ni tocarse, debe sentirse con el corazón.
La seguridad es más que nada una superstición. La vida es una aventura atrevida o no es nada.
Uno no debe nunca consentir arrastrarse cuando siente el impulso de volar.