Los recuerdos no pueblan nuestra soledad, como suele decirse; antes al contrario, la hacen más profunda.
El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente.
Cuidado con la tristeza. Es un vicio.
Hay que esperar cuando se está desesperado, y andar cuando se espera.
¡Hay tantas maneras de leer, y hace falta tanto talento para leer bien!.