Cuando uno se halla habituado a una dulce monotonía, ya nunca, ni por una sola vez, apetece ningún género de distracciones, con el fin de no llegar a descubrir que se aburre todos los días.
La libertad es incompatible con el amor. Un amante es siempre un esclavo.
El desengaño camina sonriendo detrás del entusiasmo.
Al inteligente se le puede convencer; al tonto, persuadir.
El dolor siempre cumple lo que promete.
El amor es la historia de la vida de las mujeres y un episodio en la de los hombres.
Ser totalmente comprensivo le hace a uno indulgente.
Aspirar es privilegio de mujer.
Existe una opinión más discreta que la del hombre de mayor talento, y es la del público.