Para una idea es de muy mal agüero estar de moda, pues esto implica que más adelante estará anticuada para siempre.
Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.
El fanatismo consiste en redoblar el esfuerzo cuando has olvidado el fin.
Nuestra adhesión a un jefe natural no es una pérdida de libertad, es el reconocimiento de que nuestras ideas tiene un ejecutor y un intérprete.