Al hombre que hace todo lo que puede no podemos decirle que no hace todo lo que debe.
El aconsejar es un oficio tan común que lo usan muchos y lo saben hacer muy pocos.
El buen juez no ha de torcer las leyes a su condición, sino torcer su condición conforme a las leyes.
El corazón que está lleno de miedo, ha de estar vacío de esperanza.
No hay en el mundo cosa más cara que la que con ruegos se compra.
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