La vida no es noble, ni buena, ni sagrada, y no hallo nada que respetar ni venerar en el cielo ni en la tierra... pero gracias a este hijo tenido y perdido habrá ya siempre para mí, en lo más puro de la luz, un ser sagrado, una criatura de oro.
El talento, en buena medida, es una cuestión de insistencia.
Escribir es la manera más profunda de leer la vida.
El deporte es una estilización de la guerra.
El que lo piensa todo primero, no escribe nada después.