La razón habla y el sentimiento muerde.
Dura es la ley de amor, pero por dura que sea, hay que obedecerla, pues la tierra y el cielo por ella están unidos desde el fondo de las edades.
Quien puede decir cuanto ama, pequeño amor siente.
Nadie es tan joven que no pueda morir hoy.
No ha lugar la razón contra la fuerza de la pasión.
Todo el mal que puede desplegarse en el mundo se esconde en un nido de traidores.
Rara vez la belleza y la virtud pueden habitar juntas.
Es más honorable obtener el trono que haber nacido en él. La fortuna otorga uno, el mérito el otro.
El ser humano no tiene mayor enemigo que él mismo.