El único realista de verdad es el visionario.
Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y , como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador.
La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural.
El negocio del cine es macabro, grotesco: es una mezcla de partido de fútbol y de burdel.
No hay un final. No existe un principio. Solamente existe una infinita pasión por la vida.
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