Cuando un hombre bueno está herido, todo el que se considere bueno debe sufrir con él.
No hay ningún hombre absolutamente libre. Es esclavo de la riqueza, o de la fortuna, o de las leyes, o bien el pueblo le impide obrar con arreglo a su exclusiva voluntad.
Lo esperado no sucede, es lo inesperado lo que acontece.
Más celos da a la maldad la virtud que el vicio.
Las ganancias mal logradas reportan pérdidas.
Cuando hay un exceso de amor, el hombre pierde su honor y su valía.
El que habla a un necio, aunque sea prudente, parecerá también necio.