La condición esencialísima para ser optimista, es tener una absoluta confianza en sí mismo.
Aunque no sea más que por el mísero afán de descansar, debéis trabajar.
Los que se desaniman ante un fracaso es porque ya tienen todo lo que pueden.
Generalmente la experiencia se atribuye a las personas de cierta edad y, lo que es peor, se la atribuyen ellas mismas.
Procura hacerte digno de todos los favores, pero no aceptes ninguno.