Cuidado con el hombre que habla de poner las cosas en orden. Poner las cosas en orden siempre significa poner las cosas bajo su control.
Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga.
El primer paso hacia la filosofía es la incredulidad.
No arrepentirse ni hacer reproches a los demás, son los pasos de la sabiduría.
Los médicos trabajan para conservarnos la salud, y los cocineros para destruirla, pero estos últimos están más seguros de lograr su intento.
La indiferencia hace sabios y la insensibilidad monstruos.
La ignorancia está menos lejos de la verdad que el prejuicio.
El mártir espera la muerte; el fanático corre a buscarla.
Del fanatismo a la barbarie sólo media un paso.