Entre los que son igualmente malos no hay paz si no es la impuesta por el miedo de alguno que es peor.
Las fuerzas que se asocian para el bien no se suman, se multiplican.
La pasión para el hombre es un torrente; para la mujer, un abismo.
El ruido de las carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda.
La injusticia, siempre mala, es horrible ejercida contra un desdichado.
El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído.
Cuando no comprendemos una cosa, es preciso declararla absurda o superior a nuestra inteligencia, y generalmente, se adopta la primera determinación.
Todas las cosas son imposibles, mientras lo parecen.
El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro.
Cuanto más se dividen los obstáculos son más fáciles de vencer.
Sustituir el amor propio con el amor de los demás, es cambiar un insufrible tirano por un buen amigo.