La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente.
Si algo he aprendido en la vida es a no perder el tiempo intentando cambiar el modo de ser del prójimo.
El hombre es una multitud solitaria de gente, que busca la presencia física de los demás para imaginarse que todos estamos juntos.
La libertad es para soñarla.
A veces en lo oscuro, en lo complicado, se toca la verdad.
—A veces pienso —reflexioné en voz alta— que se miente por incapacidad de pedir a gritos que los demás te acepten como eres.
...la ausencia hay que dejarla doler lo que ella pida y transformarla en bien, ahora lo sé, no se trata de sustituirla atolondradamente por otras presencias sino de vivirla y dejar que destile conocimiento y bien, a palo seco, lo que tú hiciste, rechazar los sucedáneos.
También las indecisiones se toman, también dejar de hacer es una forma de hacer.
Lo sé. Me complico la vida, me hago preguntas y me meto en líos. Digo lo que pienso y lo que siento; no tengo miedo de lo que piensen de mí. Y estoy contenta, a pesar de todo, siendo como soy.