Confieso que enterrar a algunas gentes constituye un gran placer.
Cuando se sugieren muchos remedios para un solo mal, quiere decir que no se puede curar.
Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio.
El hombre vulgar espera lo bueno y lo malo del exterior, el hombre que piensa lo espera de sí mismo.
Sólo durante los tiempos difíciles es donde las personas llegan a entender lo difícil que es ser dueño de sus sentimientos y pensamientos.
El amor, la amistad y el respeto no unen tanto a la gente como un odio común hacia alguna cosa.