Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay gente que ama más a sus perros que a los hombres.
El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.
Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje.
Saber es relativamente fácil. Querer y obrar de acuerdo a lo que uno quisiera, es siempre más duro.
Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia.
La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede.
Nunca es igual saber la verdad por uno mismo que tener que escucharla por otro.
El secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo.
¿Cómo sabes si la Tierra no es más que el infierno de otro planeta?
La investigación de las enfermedades ha avanzado tanto que cada vez es más difícil encontrar a alguien que esté completamente sano.