Ovidio

En los campos ajenos, la cosecha siempre es más abundante.

Todo amante es un soldado en guerra.

La abundancia me hizo pobre.

El que ha naufragado tiembla incluso ante las olas tranquilas.

Nada hay más fuerte que el hábito.

El amor a la patria es más patente que la razón misma.

La envidia, el más mezquino de los vicios, se arrastra por el suelo como una serpiente.

Muy frágil es la belleza.

El regalo tiene la categoría de quien lo hace.

Se hace ligera la carga que se sabe llevar bien.

¡Pobre de mí! El amor no se cura con hierbas.

Nada es más útil al hombre que aquellas artes que no tienen ninguna utilidad.