Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se presentan ante nuestro espíritu hasta que ya es demasiado tarde.
Hay que haber vivido un poco para comprender que todo lo que se persigue en esta vida sólo se consigue arriesgando a veces lo que más se ama.
La satisfacción es la única señal de la sinceridad del placer.
Todas la cosas ya fueron dichas, pero como nadie escucha es preciso comenzar de nuevo.
Sabio es aquel que constantemente se maravilla.
Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado.
Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran.
La edad también tiene ventajas muy saludables, se derrama mucho del alcohol que nos gustaría beber.
Es bueno seguir la pendiente con tal que sea subiendo.
No se hace buena literatura con buenas intenciones ni con buenos sentimientos.